La perversidad en mangas de camisa

MI VOZ ESCRITA, Por Jorge Herrera                                          

Por la formación doméstica que recibí de mis padres y por la hogareña que me proporcionara la congregación salesiana con la orientación bendita de los Reverendos Padres Enrique Mellano (director) oriundo de Italia y del cubano Víctor Miranda, entre otros, en tanto fui estudiante semi-interno del colegio Don Bosco, siempre he tratado de ser tolerante y respetuoso con los demás.

Sin embargo, eso no quiere decir que por una aparente razón que se arguya, quien esto escribe se va a “meter la lengua en el trasero”, como acostumbran los cobardes y/o carentes de personalidad. La precisión viene a cuento, a propósito de la sugerencia velada que contiene un artículo publicado en la columna “En Mangas de Camisa” del digital permanente Acento.com.

Aunque el autor no tiene el más mínimo crédito en la vida socio-política dominicana, debido a sus hechos, por aquello de que “todos los días sale un pendejo a la calle”, siempre es conveniente estar alerta, y, alertar, a los fines de que la perversidad personificada, no encuentre cómo enseñorearse. 

A ese sujeto, prisionero de sus propios y veleidosos errores; y que parece no tener la intención de enmendarlos, lo aconsejable es desenmascararlo. Si se lee entre líneas su malhadado artículo, no se necesita mucho esfuerzo para llegar a la conclusión de que su apuesta es a la reelección en primera vuelta, y que procura que se la financien.

El análisis somero y sin prejuicio de su rara y sospechosa propuesta, enunciada en los “no” que titulan el escrito insertado en la citada columna, denuncian la impudicia que pretendió ocultar.

¿Cómo entender que alguien “con dos dedos de frente”, que al decir de la gente denota el grado estándar (100) del coeficiente intelectual de una persona, tenga el descaro de apoyar la conducta asumida por quienes pueden ser factor determinante para el cambio en la conducción del Estado que tanto reclaman las masas irredentas, y, vilmente, se resisten?

Si eso no es connivencia premeditada con fines inconfesables, ¿qué otra cosa puede ser?…

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